“Sin el ritmo no se llega a ningún lado”
El judoca caraqueño Ricardo Valderrama lidera actualmente el ránking panamericano en la división de 66 kilogramos. Asegura que no descansará hasta concederle una medalla de oro a Venezuela en la próxima cita olímpica, que se realizará en Londres en el 2012.
ENIS ESPINOZA
LA ASUNCIÓN. Es el Pablo Sandoval del beisbol, el Greivis Vásquez del baloncesto, el Nicolás Fedor del fútbol. Ese es Ricardo Valderrama, la principal carta joven venezolana en el judo.
El caraqueño de 23 años se ha convertido en un medallista fijo para la casaca vinotinto, en la división de 66 kilogramos, en las últimas citas internacionales.
Estar ubicado en la primera casilla del ránking panamericano y en el puesto 48 del ránking mundial, en su categoría, lo que es la referencia primordial de su currículum.
“El judo es mi profesión, mi forma de vida, ya lo elegí. Cuando se trata de representar a tu país es más gratificante, un orgullo total”, esboza el atleta criollo.
Entre otras prioridades y responsabilidades, Valderrama tiene entre ceja y ceja un solo objetivo, nada lo desvía del punto central: los Juegos Olímpicos Londres 2012.
“No sólo se trata de llegar a las olimpiadas. Debo bajarme del avión con una medalla de oro colgada, sin eso no descansaré en paz”, sentenció el caraqueño.
Un día antes de colgarse la medalla dorada en la Copa Mundial de esta disciplina, efectuada en suelo insular (entre el 19 y 20 de junio), Valderrama concedió una entrevista a SOL DE MARGARITA.
PRIMEROS PASOSSereno, de voz pausada, Ricardo narra sus inicios paso a paso en el deporte de artes marciales de origen japonés. Sentado con frialdad para expresar sus pensamientos, es el estado en que sus rivales desearían enfrentarlo. “Mi mente se transforma, se pone en blanco de lleno. Voy por ellos (contrincantes) y punto. La palabra derrota no figura en mi diccionario”, suelta.
Valderrama reseña que desde pequeño era un niño muy inquieto. “Brincaba, saltaba, de un lado a otro”, dice.
En la búsqueda para que Ricardo dejara fluir sus ansiedades, sus progenitores lo indujeron a la práctica de natación, karate do y judo, a la misma vez.
“La natación era muy rutinaria, no me gustaba mucho. Y en el karate no son muy claras las apreciaciones, no me contabilizaban los puntos que yo consideraba”, exclama el oriundo de Antímano.
Por ello, a los nueve años se dedicó exclusivamente al judo, porque consideraba que era un deporte en que al atleta no dependía de las apreciaciones de los jueces. “En ese momento, mis padres eran felices porque sentían que allí quemaba todas mis energías”, señala.
Al año de entrenar solamente esta disciplina, Valderrama -con 13 velas sopladas- se vistió con Distrito Capital en las justas nacionales.
Desde el 2004 está representando al país en los eventos internacionales. Entre sus mayores logros está haber quedado campeón en el Abierto de Estados Unidos (2009) y en los Suramericanos de Medellín (2010).
Es una esperanza para medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010 que se inician mañana.
Aparte del judo, tiene un buen feeling con la música, incluso llegó a estudiar dos años teoría y solfeo. En compaginación con ambas ramas, medita y suelta esta perla: “la vida, es una mezcla del judo y la música; sin ritmo no se llega a ningún lado”.
FICHAEn pocas palabrasRicardo Valderrama nació el 16 de enero 1987. Es el segundo de tres hermanos, dos varones: Brayagni (15 años) y Gabriel (25 años). Se crió en Antímano (Caracas). Dio sus primeros pasos en el judo, en el Club Vertical de Caracas, de la mano de los entrenadores Ignacio Ríos y Coromoto Antomardi. Es licenciado en Educación Física, egresado del Pedagógico de Caracas en el 2008. Es amante del sushi y el pollo. No pueden faltar las crónicas policiales para relajarse.
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