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Alimentos Especiales para Los Hombres

13/4/12


Los siguientes alimentos son especialmente útiles para que los hombres ayuden a mantener su sistema inmunológico saludable y prevenir la descalcificación en los huesos y perdida de los músculos, el cáncer de próstata, aumentar la potencia sexual, y para corregir la alguna disfunción del mismo tipo:

  • Leche de Banyan: La savia del árbol Banyan puede corregir muchos desequilibrios en el sistema sexual masculino. Consolida la uretra y las paredes de la misma para crear semen consistente y abundante. La leche del Banyan corrige también la eyaculación prematura. Tome seis gotas al día con miel, mezclada con yogur, por seis a ocho días. Para mejores resultados, absténgase de tener sexo seis a ocho días antes del tratamiento y ocho a diez días después.
  • Higos: Son buenos para desórdenes sexuales y nerviosos. Intente una monodieta de diez o quince higos y asegúrese de comer las semillas blancas que se aferran en su jugo.
  • Ajo: Estimula la producción de semen y activa la energía sexual. El ajo también tiene propiedades antioxidantes; reduce el colesterol y los triglicéridos; ayuda a reducir la coagulación de la sangre en las arterias; también reduce la tensión arterial; previene el cáncer; proteger el hígado; se usa como antibiótico, antiviral, y antifungoso; aumenta los efectos del sistema inmunológico; y reduce los niveles de azúcar en la sangre. Coma dos cabezas del ajo por día, preferentemente crudos. A pesar de que muchas personas encuentran el olor del ajo raro o desagradable, el ajo elimina muchos de los olores malos dentro del cuerpo. El ajo está también disponible en cápsulas.
  • Mantequilla clarificada es el aceite de preferencia en la dieta de un hombre. Úselo como mantequilla o como aceite de cocina. No le hará aumentar o disminuir de peso, pero aumentara la creación de semen.
  • Nuez moscada: Baja la tensión arterial. En los hombres causa inmediata impotencia temporaria. Sin embargo, para aquellos que son incapaces de controlar la eyaculación, o quiénes tienen el problema con la eyaculación precoz, esta nuez ayudará. Tome 1 a 2 cucharadas de nuez moscada fresca en unas onzas de yogur sólo antes del acto sexual. También, comer nuez moscada con banana mantiene la juventud por más largo tiempo!
  • Cebolla: También aumenta la producción de semen y genera energía sexual. El consumo regular de cebollas, ha demostrado que baja los niveles de colesterol altos y la hipertensión, los cuales ayudan a prevenir la arteriosclerosis y los problemas cardiacos por diabetes, y reducen el riesgo de ataques cardíacos o paros respiratorios.
  • Vegetales Rojos y Naranjas: La Vitamina C y el beta caroteno son antioxidantes que ayudan a conservar las células de la piel sanas y prevenir la oxidación a causa del sol. Podemos encontrar estas propiedades en zanahorias, calabazas y batatas, por ejemplo.



Por lo general, cualquier verdura debería estar en la lista de la dieta de cualquier hombre.

Los vegetales verde oscuro y cualquier verdura nutritiva rica pueden ayudar a reducir el riesgo de la ampliación de la próstata, de acuerdo a un estudio reciente de expertos en nutrición. Los hombres cuyas dietas son altas en nutrientes encontrados en verduras; como vitamina C, betacaroteno y potasio; poseyeron menos probabilidad de desarrollar hiperplasia prostática benigna (BPH), o ampliación de próstata.

También los tomates son excelentes contra el del cáncer de próstata; ya que contienen grandes dosis del antioxidante Licopeno, e incluso las dosis más altas son encontradas en tomates cocidos.

  • Pistacho: Esta nuez debería estar en la dieta de cada hombre. Cómalos crudo, sin sal y pelados.

Una porción de una onza contiene 49 nueces y más del 10 % del valor diario de fibra alimentaría, vitamina B-6, tiamina, magnesio, fósforo y cobre.

Pruebas científicas sugieren, pero no demuestran que comiendo 1.5 onzas por día nueces como pistachos, almendras, cacahuetes, avellanas, nueces y pecanas como parte de una dieta bajo en grasa saturada y colesterol; puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

Además, pruebas científicas muestran que el consumo de nueces pueden desempeñar un papel importante en el control del peso.

Los Pistachos contienen grasas monosaturadas, similar a las encontradas en el aceite de oliva, que ayudan a bajar los niveles de colesterol malo y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Hasta un15 % de calorías diarias debería proceder de grasa monosaturada.

Los Pistachos son sobre todo ricos en fitosteroles, que estan relacionados con la baja de niveles de colesterol, y ofrecen protección contra cierto tipos de cáncer.

Las nueces también dan sensación de saciedad y satisfacción en el estómago.

  • Azafrán: Puede ser usado para problemas de piel, problemas de pelo, vejez y senilidad y puede añadir al hombre salud en general y vigor.
  • Bananas: Son una gran fuente de energía y son ricos en el potasio, que es necesario para regular el sistema nervioso, los latido del corazón y la tensión arterial. El potasio también reduce el riesgo de paro cardiaco.

Las bananas también pueden ayudar al sistema inmunológico, ayudan a la formación de glóbulos rojos, asegura el buen funcionamiento del sistema nervioso y ayudan al metabolismo de las proteínas.

  • Brócoli: Ayuda a prevenir enfermedades cardíacas y el cáncer. Posee gran cantidad de vitamina C, betacaroteno; potasio, y sulphoraphane, que posee muchísimas cualidades anticancer (de próstata y colon específicamente)

El brócoli también baja los niveles de homocitaina, un aminoácido asociado con el aumento de enfermedades cardíacas y ataques al Corazón.

Otras opciones de verduras con las mismas funciones son: ensalada de brócoli triturado, coliflor, o repollos de Bruselas.

  • Granos enteros: Una dieta rica en granos enteros proporciona fibra, vitaminas, minerales para la salud de corazón, construye músculos, y mantiene la cintura en forma.

Intente la pasta de grano entera o quínoa, que no sabe tanto a grano y es rico en luteína; que es propicia para la salud de próstata.

La harina de avena y la cebada son ricas en fibra soluble, poseen vitamina B que ayuda a bajar el colesterol malo, y es también buena para la próstata.

Trata de consumir 10-25 gramos de fibra soluble por día proveniente de avena u otras fuentes de fibra soluble como manzanas, peras, y alubias.

  • Brotes de Soja: la Soja es rica en isoflavones, que protegen la salud de la próstata y ayudan a bajar el riesgo de cáncer de próstata.
El FDA ha anunciado que los alimentos que en las etiquetas dicen que poseen 25 gramos de proteína de soja, como parte de una dieta baja en grasa saturada y colesterol, pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

Intente comer varias porciones de productos de soja por día, como brotes de soja, leche de soja, queso de soja, hamburguesas vegetarianas, tofú.

Ingerir nutrientes de calidad es también importante para mantener la función del sistema inmunológico y prevenir la pérdida de músculos y el desgaste de los huesos, la oxidación causada por el medio ambiente y ayudar al vigor sexual.

Pero todos estos ingredientes no pueden hacer el trabajo solos. Un estilo de vida sano, que también incluya no fumar y la práctica de una actividad física regular, es lo que realmente importa para una buena salud.

¡Y no olvide de beber mucha agua!


Fuente: The American Journal of Clinical Nutrition

Revisado y Editado por el Staff de Médicos en Línea

http://www.medicosenlinea.com.bo/index.php?s=4&topic=9&code=1203

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El Secreto para Tener Energía


Muchas veces estamos cansados. Y cansados de estar cansados. ¿Te gustaría sentir más energía para disfrutar tu vida un 100%? Sentirnos más enérgicos no solo nos ayuda a rendir mucha más a lo largo del día, sino también a hacer frente a todos los obstáculos que nos va marcando la vida. ¡Pero tranquilo! Podemos hacer cosas para salir de esta agotadora cadena de cansancios sucesivos.

Te proponemos algunos sencillos consejos que puedes tomar para empezar a sentirte pleno y dejar el cansancio escondido debajo de la almohada.

Piensa en esto como la Fase 1:

  • Seguir una dieta equilibrada lo mejor que puedas
  • Comer despacio, disfrutando el sabor de los alimentos
  • Beber abundante agua
  • Experimentar con recetas saludables
  • Probar diferentes ejercicios o actividades hasta que encuentres una que realmente te motive y divierta.

Estos son los básicos, las cosas más simples que cada uno de nosotros podemos hacer YA. Una vez que los tienes establecidos como hábito, te sentirás con más energía y perder peso será solo ¡un efecto secundario! Cuando te encuentres preparado para la Fase 2, utiliza estos simples consejos para mejorar tu humor y tu energía.

  • ¡Muévete! ¿Demasiado cansado para hacer ejercicio físico? ¡Piénsalo nuevamente! El sedentarismo solo provoca letargo, pero el ejercicio aumenta la sensación de energía y tu actividad mental. Liberaras endorfinas (hormonas que producen bienestar, las mismas que se liberan después de comer chocolate) con solo practicar 15 minutos de ejercicios. Dar un paseo, ir en bicicleta en vez de usar el coche, o porque no te armas un plan de ejercicios.
  • Limpia tu mente Un ambiente encerrado, y el aire acondicionado, o la calefacción alteran nuestros niveles de energía. De vez en cuando airea la oficina, y los cuartos de tu casa para que el aire circule. ¡De cara al sol! La luz del día ayuda a la producción de la melatonina, hormona encargada de regular el sueño. Intenta exponerte al sol 10 minutos al día (fuera de las horas de mayor incidencia de rayos uva) y con la protección debida.

  • Duerme lo suficiente. La calidad del sueño influye en los niveles de energía. Dormir demasiado puede hacernos sentir letargo, así que intenta dormir regularmente, incluso los fines de semana. Un truco es intentar hacer mucho ejercicio físico a lo largo del día, así que te sentirás mental y físicamente cansado, preparado para dormir placidamente.
  • ¡Apasiónate! Desarrollar un nuevo interés y una nueva actividad es una forma sensacional para sentirte más vital y con más ganas de hacer nuevas actividades y proyectos. Cualquier hobby sirve, desde cuidar las plantas a practicar algún deporte, lo importante es que te guste. Anímate a aprender algo nuevo, será maravilloso tanto para el cuerpo como para la mente.
  • Respira profundo Aprende a respirar y te sentirás mejor, respira intensamente y llena tus pulmones de oxigeno y por extensión tu cuerpo. Ahora haz algunas respiraciones completas, llenando totalmente los pulmones. ¿Ya lo has hecho? Ahora puedes notar la diferencia.
  • No te preocupes Miles de situaciones que se dan a lo largo del día nos generan stress. Intenta mirar a la vida positivamente e ir solucionando poco a poco todos los problemas que se te presenten; se optimista aunque no sea fácil, pero si lo intentas veras las cosas de otro color.
  • Tómate un descanso Unas pequeñas vacaciones durante un fin de semana, un pequeño paseo o visitar algún balneario pueden hacerte sentir mejor, refrescaran tu cerebro y tu cuerpo. Volverás encontrándote muchísimo mejor y preparado para enfrentarte a los problemas diarios mucho mejor y de forma mas efectiva.
Revisado y Editado por el Staff de Médicos en Línea.

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Salud: Los 10 pilares de la dieta japonesa

18/2/12


Para multiplicar nuestra expectativa de vida, nada mejor que tomar nota de las bases que sustentan la alimentación de la población nipona, una de las más longevas y sanas del planeta. Texto: Laura Kohan

Son muchos los científicos y nutricionistas que dirigen sus miradas hacia la gastronomía japonesa en busca de las claves alimentarias que se esconden detrás de una de las poblaciones más longevas de nuestro planeta. Ahora bien, lo que más sorprende de las cifras del país nipón no es tanto el gran número de personas centenarias como los bajos índices de obesidad, problemas cardiovasculares o de cáncer y colesterol.

La respuesta a estas cifras no está sólo en la cantidad de ingredientes saludables que atesora esta cocina, sino en toda una forma de entender la alimentación humana cargada de sabiduría y respeto hacia el cuerpo. Por eso conviene repasar los diez pilares que hacen de esta cocina una de las más saludables del mundo.

1. Porciones pequeñas
La dieta diaria japonesa no suele sobrepasar las 2.000 calorías para las mujeres y las 2.300 para los hombres; es decir, entre 200 y 500 calorías menos que las que consume un adulto en Occidente. El secreto es concentrar lo mejor de una comida en compactas porciones para acostumbrar al estómago a comer lo justo sin hacer caso a los ojos y evitando la nada aconsejable sensación de saciedad total. Una buena forma de conseguirlo es reducir el tamaño de nuestra vajilla para acercarla a la japonesa y sustituir los platos por pequeños boles. Como mínimo, está garantizado el efecto psicológico.

2. Soja en forma de tofu
Si hay una dieta con vocación vegetariana, ésa es la japonesa, ya que da a los vegetales un papel protagonista en la mayoría de sus recetas. Y, a la hora de buscar una proteína para acompañarlos, la soja es su favorita, por encima incluso del pescado. En forma de tofu, está presente cada día, ya sea como desayuno, comida o postre. De hecho, muchos expertos atribuyen precisamente a la soja la responsabilidad de la buena salud nipona y de su baja tasa de ciertos cánceres, como el de mama, o de ser unas de las poblaciones con mayor nivel de estrógenos. Pero más allá de sus efectos terapéuticos, hay que decir que el tofu es un alimento perfecto que aporta gran parte de los nutrientes fundamentales para funcionar, sin grasas saturadas ni azúcares. Además, su sabor neutro permite incluirlo en cualquier plato.

3. Ausencia de lácteos
¿Os imagináis empezar el día con una sopa de miso y espinacas en lugar de un café con leche? Pues eso es lo que hacen en Japón, donde la presencia de la leche, la mantequilla y la nata es casi anecdótica, lo que resulta un factor decisivo en los bajos índices de colesterol en una población que utiliza pocas grasas y, casi siempre, de origen vegetal.

4. Té verde en las comidas
Un ingrediente japonés que ya ocupa un lugar importante en nuestros supermercados y hoteles es el té verde, aunque todavía son pocos los que lo han incorporado en su dieta diaria. Una forma de darle más espacio, sobre todo en los meses de frío, es incluirlo como bebida en las comidas. Así mejorará nuestra digestión y nos recargará los niveles de antioxidantes sin darnos cuenta, lo que no significa exactamente que adelgace. Se trata más bien de un buen aliado para que nuestro organismo se regule y funcione mejor. La prueba nos la da un estudio realizado por la Universidad de Alejandría, que ha demostrado su efectividad para luchar contra organismos patógenos en combinación con otras sustancias antibióticas.

5. El arroz es lo primero

Poco gluten o levaduras vamos a encontrar en esta cocina y eso se debe a que gran parte de las masas se elaboran con harina de arroz, lo que les confiere una textura ligera y pegajosa. Es tal la pasión por este cereal en la dieta asiática que ésta incluye por término medio hasta seis veces más arroz que la nuestra, algo que asegura a los asiáticos un excelente aporte de fibra.

6. Setas fortalecedoras

Muchos nutricionistas sostienen que las setas son las responsables de una población tan sana y centenaria, pues además de dar un gusto exquisito a las sopas, tallarines y salteados, se emplean desde hace siglos en este país por sus propiedades medicinales. Una de las favoritas es, sin duda, la deliciosa seta shiitake, a la que se atribuyen efectos reguladores de la hipertensión y fortalecedores del sistema inmunitario. Además, últimamente está irrumpiendo con mucha fuerza la seta reishi, que, por otro lado, se perfila como un alimento fundamental para la lucha contra varios cánceres.

7. Los fermentados

A los que desconocen las incontables propiedades del umeboshi y del miso, les diremos que el primero consiste en unas ciruelas fermentadas que tienen un beneficioso efecto alcalinizante sobre el pH sanguíneo y sumamente depurativo. Por lo que respecta al miso, es una pasta de soja que a veces se combina con otros cereales. Eso sí, hay que tener cuidado de no hervirla demasiado, ya que en ese caso mataríamos las enzimas responsables de regular nuestra flora intestinal.

8. Postres sin azúcar
En los originales postres japoneses hay ingredientes tan insólitos como la judía roja. Lo que no encontramos demasiado, en cambio, es el sabor dulce, pues en su dieta una taza de té verde supone el mejor final para una comida. Un suave endulzante que utilizan mucho y que merece la pena probar es el amasake, un arroz fermentado de dulzor natural.

9. Algas de todo tipo

De Japón nos llegan también las mejores algas y métodos para prepararlas. No en vano uno de los emblemas de la gastronomía nipona es el popular sushi, que sustituye en cierto modo a los bocadillos occidentales y que utiliza como envoltorio el alga nori. Además, cuenta con otras, como la arame, la kombu, la hijiki, la wakame o la agar-agar para deleitar el paladar y regular el sistema hormonal, nervioso y linfático. Ellas nos llevarán, como a los japoneses, a conseguir unos niveles extraordinarios de nutrientes dentro de nuestra dieta.

10. Platos bien presentados
A algunos les puede parecer irrelevante el papel que desempeña la presentación de los platos en nuestra forma de alimentarnos, pero lo cierto es que la disposición y belleza de las presentaciones cambia radicalmente nuestra forma de comer. Para empezar, atacaremos el plato con más respeto y le destinaremos todo el tiempo que se merece, disfrutando de sus matices y dando más tiempo a nuestro aparato digestivo a que pueda extraer todos los nutrientes de cada bocado.

Por último, si hay algo en lo que son artistas los cocineros japoneses es en crear pequeñas obras de arte que atrapan sólo con la mirada. Un ejemplo de ello lo vemos en los bentos o comidas para llevar, que pueden transformarse en auténticas sinfonías de color y texturas.

URL: http://www.larevistaintegral.com/?p=4891

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Salud: La dieta japonesa: rica, sana y efectiva

El secreto de la dieta
Calidad de vida
Ingredientes y platos destacados
Comer a la Japonesa
Comer de todo
Equilibrar la energía
Vegetales en la dieta Japonesa
Comer bien para vivir más, y comer sano es equivalente a comer bien. La cocina japonesa es experta en ambos temas.

Los habitantes del país del Sol Naciente llevan mucho tiempo disfrutando de una dieta que asegura sabor, nutrición y un seguro de longevidad.

Antes de la Revolución Meiji de 1868, cuando Japón abrió sus puertas a países extranjeros, el pueblo japonés no comía carne. Granos enteros como el mijo, el mijo de los arrozales (o pata de gallo), el mijo común (o mijo mayor o borona), el mijo menor (o panizo menor o gran setaria italiana), el sorgo y el trigo sarraceno (o alforfón) se cultivaban en rotación con cebada y legumbres. La gente comía principalmente esos granos enteros con miso (pasta de soja fermentada con sal), pickles, vegetales, vegetales marinos y algunos peces. Las hojas y tallos de esos mijos se utilizaban como alimento para los animales, cuyos excrementos servían para fertilizar el campo donde crecían los diversos tipos de mijo.

Sin embargo, después de la Revolución Meiji, la dieta japonesa se occidentalizó. Carne, huevos, leche, pan, arroz blanco y azúcar reemplazaron al mijo, el cual prácticamente desapareció de la dieta japonesa debido a la alteración de los hábitos alimenticios. Junto con el cambio de dieta hay que considerar la creciente incidencia de enfermedades humanas. El estudio de caso describe en detalle las ventajas nutricionales y ecológicas de la dieta tradicional.

La cocina japonesa tiene un sinfín de características. Destaca su riqueza en matices y su profundo sabor exótico. Por estas razones la expansión de este tipo de cocina es habitual hacia Europa y Estados Unidos. Sabrosa, aromática, estética y con un punto de exotismo, la dieta japonesa es un cúmulo de mezclas. Platos crudos, cocidos, fritos y marinados. Se busca sobre todo una máxima: los sabores de los platos deben respetar los del alimento.

El secreto de la dieta

Según los expertos, la larga vida de los japoneses tiene un secreto: su alimentación. La dieta nipona no pasa de las 2.300 calorías diarias para los hombres y 1.950 para las mujeres. Estos números hacen que la dieta japonesa se ajuste perfectamente al patrón ideal de composición: un 12% de proteínas, un 25% de grasas y un 63% de hidratos de carbono. Esto explica que la incidencia de las enfermedades cardiovasculares y de cáncer sea muy baja.
Es importante destacar que el tema de la alimentación es otro de los avances de este país, uno de los más modernos del mundo. Japón, tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, ha sabido sobreponerse a su desgracia en todos los ámbitos de la vida.
Y desde el punto de vista alimenticio no sólo ha progresado sino que es el líder. Nada que ver con otros países, como los Estados Unidos, que en términos alimenticios son la otra cara de la moneda. Los norteamericanos ocupan el duodécimo puesto respecto a las expectativas de vida.

Calidad de vida

En muchos países la diferencia de clase social determina también los desequilibrios en la salud de las personas, dependiendo de la clase a que pertenezcan. Respecto a los sistemas sociales y económicos, Japón ofrece menores índices de accidentes de tráfico y laborales además de muertes violentas. También hay menos pobreza y un índice de mortalidad infantil bajo.

Respecto a la comida, la que se hace a diario en Japón es más sana. Algunos expertos en genética sostienen que la longevidad presente en los genes japoneses tiene que ver con el mantenimiento de su cultura milenaria.

Ingredientes y platos destacados

Las algas son parte importante de la dieta japonesa.


Son ricas en minerales y en calcio. El mijo contiene hierro, fósforo y vitamina A. El tofú es una especie de cuajada o queso de soja. Destaca por su riqueza en proteínas, hierro, calcio y vitamina B. Todo unido ofrece como resultado una dieta suficientemente rica en proteínas, abundante en hidratos de carbono y con poca presencia de las grasas.

La utilización de nata, mantequilla o margarinas vegetales es una mera anécdota en la cocina nipona. El aceite sólo se emplea en pequeñas cantidades y para aliñar las verduras. Además la gran cantidad de verduras que comen, solas o en guarnición, aportan la fibra que necesita el organismo porque los japoneses no suelen comer pan.

Dieta Japonesa, ¿Como Vivir muchos Años?

Platos singulares


El sashimi es uno de los platos más emblemáticos de la cocina japonesa. Es una preparación de pescado fresco que se degusta crudo; se corta de diversas maneras y va acompañado por salsa de soja y wasabis, una especie de berro.
El sabu consiste en hervir vegetales y carne en agua hirviendo.

La tempura es una forma crujiente que se envuelve en una masa hecha con huevo, vegetales y langostinos. Se dice que es un plato creado por los Jesuitas en su labor de evangelización en Oriente.
Las salsas como la terwaki sirven para sazonar por igual pescados y carnes.

Comer a la Japonesa

El japonés es, hoy por hoy, uno de los pueblos más longevos del planeta y, sin duda alguna, su alimentación es un factor esencial dentro de esa longevidad. Una cocina milenaria, rica en productos frescos y que ha aprendido a usar las grasas en su justa medida, proporciona a los japoneses una dieta muy equilibrada que no tiene nada que envidiar a la mediterránea.

La cocina de cada país es muchas veces consecuencia de su cultura y de sus condiciones geográficas. En el caso de Japón nos encontramos con una isla pequeña, muy montañosa y húmeda, con diferencias grandes entre las cuatro estaciones del año. Todo esto ha dado origen a una cocina regional en la que abundan los productos frescos tanto de mar como de montaña.

La cocina tradicional japonesa es conocida por ser sana y muy ligera. Los ingredientes son tratados de forma muy sencilla, respetando al máximo el sabor de cada uno y prestando especial importancia a que se trate siempre de productos de cada estación, lo que asegura su frescura. Otro elemento importante es la moderación en el uso de grasas y la predominancia del pescado sobre la carne. Las mesas japonesas suelen consistir de numerosos platos, con sabores muy contrastados y que se toman en dosis muy pequeñas.

Comer de todo


La cocina tradicional japonesa procura que en cada comida haya alimentos de todos los reinos: verduras de hoja, algas, raíces, troncos, frutos, semillas, pescado, carne (en pequeñas cantidades). El arroz, por supuesto, es el elemento imprescindible por excelencia.

De todas formas, preparar comida japonesa fuera de Japón puede constituir toda una aventura. Y es que hay verduras propias del país y otros ingredientes elaborados que son muy difíciles de encontrar fuera de la isla nipona. Sin embargo, con un poco de imaginación y una gran dosis de creatividad, pueden lograrse platos muy similares a los originales.

Todos a una

En Japón los platos no se presentan uno detrás de otro como en occidente, sino que son servidos todos a la vez. Normalmente, un menú japonés tiene un plato principal y otros dos más pequeños, acompañados de sopa y arroz. Suele empezarse por la sopa, para seguir después con las verduras, acompañadas de arroz, y terminar con más sopa. Esto permite que el menú no sea aburrido, porque se pueden combinar varios sabores muy distintos, y además de una forma muy ligera.

Sin duda, las características de su cocina influyen notablemente en que el japonés sea el pueblo con más esperanza de vida y más personas centenarias del mundo. Por una parte, los alimentos son cocidos en tiempos muy cortos, permitiendo que conserven todas sus propiedades y su valor nutritivo.Además, esto les da una textura crujiente, que ayuda a masticar y ensalivar y, por lo tanto, favorece la digestión.

Equilibrar la energía


Además, se usa un aliño muy moderado y hay pocos fritos, lo que hacen la dieta mucho más ligera. Por último, tampoco se usan productos lácteos, y lo más parecido es el tofú fresco. Según la filosofía oriental, la cocina japonesa moviliza la energía corporal por los diversos órganos del cuerpo, y equilibra la energía corporal.

El arroz es el ingrediente imprescindible de la cocina japonesa, y la base de muchos de sus platos. Tan importante es, que un dicho japonés afirma que un buen cocinero es el que sabe hacer bien el arroz. Antiguamente, un invitado podía saber si la comida de su anfitrión iba a ser bueno o no con sólo probar el arroz.

Y es que aunque parece sencillo, cocer el arroz de la forma adecuada requiere su técnica. Aunque hoy lo hacen usando aparatos eléctricos que controlan exactamente el tiempo y la temperatura, hasta hace relativamente poco se cocía muy cuidadosamente, respetando escrupulosamente el tiempo de cocción y la cantidad de agua, y escuchando el sonido que producía al hervir. Sólo cuando ese sonido era crujiente, se consideraba que el arroz estaba en su punto.

Vegetales en la dieta Japonesa


Los menús japoneses cuentan con un gran equilibrio entre sus diferentes platos. Toman muchos hidratos de carbono de absorción lenta, normalmente en el arroz y la pasta. A estos hay que sumarles el pescado o la carne con verduras y muy poca grasa.

Además son fundamentales los cereales (mijo o soja), las algas y el tofu. En resumen, lo que contribuye a la longevidad nipona es el gusto básico por la cocina del mar, por la soja y sus técnicas y modos de cocina.

Los aportes nutritivos provenientes de los vegetales se denominan fitonutrientes. Comprender su papel es importante. Los pigmentos naturales verde y rojo intenso de la col, lechuga, tomates y fresas por ejemplo, han evolucionado para favorecer la absorción de los rayos ultravioleta del sol. De esta forma no resultan dañinos para el ser humano.

Los compuestos aromáticos del ajo y cebolla protegen contra las infecciones virales y bacterianas. Los vegetales han ido desarrollando cientos de miles de substancias fitoprotectoras o fitonutrientes. Estas combaten infecciones de hongos y bacterias. Al consumir estos alimentos vegetales se adquieren “de segunda mano” varias de estas propiedades defensivas.

Una de las diferencias fundamentales entre la dieta japonesa y la occidental estriba en la cantidad de productos a base de soja existentes en la cocina nipona. Con los estrógenos presentes en el tofu se explica que estos se encuentren en la sangre de los japoneses en una medida superior en 50 veces a la del resto el mundo. Esto explicaría la diferencia de incidencia de casos de cáncer de mama y próstata entre Oriente y Occidente.

http://www.alimentacion-sana.com.ar

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Artes marciales para adelgazar: mata dos pájaros de un tiro

4/2/12

En los tiempos que corren es muy posible que se haya pasado por la cabeza que no estaría mal aprender artes marciales como técnica de autodefensa.

Si este es tu caso y, además, no te vendría mal perder unos kilos, elige las artes marciales para adelgazar y mata dos pájaros de un tiro.
Artes marciales: un ejercicio completo

Se puede optar por las artes marciales para adelgazar igual que por cualquier otro ejercicio, pero, en este caso, tendrás un acicate para practicar: tu propia seguridad ante una situación de peligro.

Las artes marciales se caracterizan por ser deportes muy exigentes donde la disciplina es esencial. El judo, el karate y el taekwondo son deportes olímpicos y son practicados por personas de todas las edades, desde niños a ancianos.

En este tipo de deportes se intercalan las rutinas habituales para ejercitar y tonificar los músculos con ejercicios que mejoran la agilidad y rutinas específicas de cada uno de ellos.

Por ello, normalmente se eligen en función de la parte del cuerpo que más se quiere trabajar: el taekwondo es elegido por las mujeres porque trabaja piernas y glúteos, y el karate porque mejora los abdominales.

Cabe decir que en cualquiera de las disciplinas se trabaja todo el cuerpo y que los resultados se pueden observar en poco tiempo.

Además de los beneficios mentados en cuanto a pérdida de peso se refiere, las artes marciales tienen un punto extra: la relajación. Es común en las personas que se dedican a estos deportes la capacidad de concentración y relajación, fruto de la filosofía oriental aplicada por los entrenadores.
Elige gimnasio y ¡a empezar!

Si ya has optado por las artes marciales para adelgazar, en cualquier gimnasio te podrán asesorar sobre la disciplina adecuada y el número de horas semanales que debes dedicar.

En un corto espacio de tiempo notarás la pérdida de peso, la mejora del tono de tus músculos y la agilidad.

http://vidayestilo.excite.es

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Dietas ancestrales.La Lección Magistral de los Abuelos de Okinawa

2/2/12

“Dar cera, pulir cera” ¿Quién no recuerda esta frase de la película “Kárate Kid“? El maestro Miyagi, trataba de enseñar a sus pupilo los secretos del Kárate, y de paso arreglarse la valla de su chalecito. Según la película, el Maestro Miyagi era de Okinawa, lugar de una de las más cruentas batallas de la segunda guerra mundial (la cuarte parte de su población civil murió en esa batalla), cuna del Kárate y también, uno de los lugares del mundo con mayor número de centenarios, ¿tendrá algo que ver la dieta? Veamos.

Composición de la dieta en Okinawa

Todos sabemos que los japoneses son una de las poblaciones más longevas del mundo. Su dieta se basa en arroz, pescados, soja fermentada, verduras… Pues aunque parezca increíble la longevidad de los habitantes de Okinawa supera a los japoneses. Hasta cinco veces más centenarios viven en Okinawa en proporción que en Japón, ¿qué les hace diferentes?

Un factor es la dieta. Por ejemplo, su consumo de arroz es menor que en Japón (un 20% menos) que sustituyen una especie de patata, así como su consumo de azúcar (sólo un 25% comparado con Japón) y un 75% menos de productos derivados de granos y cereales. Por el contrario su consumo de vegetales es un 300% superior, y su elección de verduras tiene los colores del arco iris. Su ingesta de proteínas es sobre todo de origen marino, de pescados y mariscos, aunque también consumen cerdo (incluyendo vísceras). Curiosamente, para cocinar suelen utilizar la manteca de cerdo. Sin embargo el consumo de cerdo se suele reservar para ocasiones especiales. También incorporan proteínas de soja fermentada como el tofu.

¿Qué conclusiones podemos sacar? Para empezar que su dieta es alta en nutrientes y baja en calorías. En mi opinión es un ajuste natural del organismo. Una vez que has aumentado los nutrientes en tu dieta, tu sensación de hambre, tu ansia por comer más se ve mitigada y esto conlleva que necesites menos calorías. La dieta de Okinawa es muy rica en nutrientes y micronutrientes, sobre todo por sus variedad de vegetales, y porque las proteínas que ingieren, al ser de origen marino, tienen elementos traza que no son fáciles de encontrar en nuestras dietas occidentales.


La huerta, los amigos y el estrés


Muchos de los habitantes de Okinawa cultivan o pescan su propia comida. El mantenimiento de un huerto propio les hace disponer de unos alimentos libres de pesticidas, abonos y les hace consumir de forma natural, productos de temporada. Pero además, el huerto, es una excelente forma de mantener activos a sus ciudadores. Muchos de los habitantes centenarios siguen cuidando de sus huertos a diario.

Además, los huertos permiten cultivar el yuimaru, o “círculo de relaciones”. Si algo distingue a sus habitantes es que todos tienen una excelente vida social. Más allá de la dieta, muchos de ellos conservan sus amistades de “toda la vida”, hasta el día que mueren. Dieta y sociedad se unen.

Y esto os va a encantar. En Okinawa, las siestas de 2 o 3 horas suelen ser habituales. Si no nos dejáramos llevar por el ritmo de vida tan estresante que nos hemos impuesto, la querencia natural que tenemos como especie, sería descansar más. Y es justo ese descanso el que nos permite asimilar mejor lo que comemos. Cuando estamos estresados, nuestros niveles de cortisol se disparan, y eso tiene unas consecuencias sobre nuestro metabolismo. En concreto, los niveles altos de cortisol disparan nuestra respuesta evolutiva de huir o luchar. En ese momento, se libera glucosa en sangre, para proporcionar la energía necesaria para estas acciones.

¿Qué ocurre hoy en día? Que tenemos un constante nivel de estrés y que luchamos o huimos poco (en el buen sentido).

Curiosamente, elevados niveles de cortisol, limitan la producción de andrógenos y testosterona (hormonas anabólicas o constructoras), ¿sabéis cuáles es su precursor? La DHEA. Este precursor tiene un máximo a los 20 años, pero a medida que vamos envejeciendo vamos teniendo menos. Los ancianos de Okinawa, a diferencia de otros, tienen unos elevados niveles de DHEA. Por cierto, si alguna vez te has preguntado por qué el estrés afecta a tu sexo, aquí tienes una respuesta. Mucho cortisol implica menos testosterona y por tanto menos ganas.

¿Qué nos dice todo esto? Para empezar que su nivel de estrés y de cortisol es bajo, lo cual hace que tengan un nivel alto de DHAE. Esto hace que tengan, niveles óptimos de unas hormonas clave en la vitalidad. Además tienen una nutrición muy densa que les hace ingerir menos calorías. Resultado, bajas tasas de obesidad y elevadas de longevidad.


No son “genéticamente” especiales

En los años 30 algunos habitantes de Okinawa fueron trasladados a trabajar en las plantaciones de caucho de Brasil. Como os podéis imaginar la dieta en esas condiciones poco tenía que ver con su dieta ancestral. El resultado es que en una sola generación su esperanza de vida bajó nada menos que ¡17 años!

Por tanto, no es una cuestión solo de genética. No es que los habitantes de Okinawa sean más longevos, sino que todos podríamos serlo. De hecho, Okinawa es sede de una base militar americana, desde hace muchos años, y poco a poco, la cultura de la comida rápida ha ido calando entre su población más joven. Curiosamente, ahora se encuentran con una situación, en la que tienen una población anciana relativamente sana, mientras que la población más joven tiene problemas de obesidad, hipertensión, diabetes, etc…

No se trata solo de llegar a los 100 años, sino de llegar lúcido y con facultades a edades avanzadas. Desde luego, la lección magistral de los abuelos de Okinawa, nos señala un posible camino.

http://www.directoalpaladar.com/salud/dietas-ancestrales-la-leccion-magistral-de-los-abuelos-de-okinawa#c73442


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Salud: 10 razones para consumir chocolate

1/2/12


Sin duda alguna, nada más escuchar su nombre, es capaz de evocar un sin fin de sensaciones únicas de los muy diversos sabores.

Suaves, ásperos, amargos, dulces… Sus delicados sabores mezclado con su aroma, hacen del más exquisito y fino chocolate, uno de los más bellos placeres de la Vida.

Sin embargo, hoy no nos ocuparemos de destacar sus impresionantes sabores o formas. En concreto, te vamos a mostrar 10 excepcionales razones por las que consumirlo, cada cual, más interesante aún que la anterior:

Reduce la tensión arterial
Los distintos flavonoides presentes en el cacao, ayudan en la tensión arterial, reduciendo la coagulación de la sangre. Investigadores del Hospital Universitario Cologne de Alemania, descubrieron que, personas que consumían cacao, bajó considerablemente la tensión arterial.
No en vano, investigadores de Nueva York anotaron que el chocolate negro era casi tan eficaz como los distintos medicamentos destinados a ello.

Mejora el flujo de la sangre en el cerebro
Un profesor de la Universidad de Nottingham, encontró que las bebidas de cacao ricas en flavonoides tenían la virtud de mejorar el flujo de la sangre en el cerebro, especialmente, en las áreas dominantes del mismo, durante 2 o 3 horas aproximadamente.
Asimismo, también se descubrió que su consumo podría ayudar a las personas que padezcan problemas de sueño, fatiga, o incluso para ayudar a contrarrestar los efectos producidos por la vejez.

Aumenta el humor
MSNBC divulgó hae algún tiempo que tanto la cafeína como otros productos químicos que podríamos encontrar en el chocolate, podía mejorar el humor y facilitar los síntomas premenstruales de la mujer.

Mejora los niveles del azúcar en sangre
Lisa C. Cohn, R.D., presidenta del Park Avenue Nutrition Spa en NYC, ha indicado que los flavonoides que podemos encontrar en el chocolate oscuro puro, pueden ayudar a mejorar los niveles del azúcar en sangre.

Reduce el riesgo de ataque de corazón
Diversos investigadores del Colegio Universitario de Medicina John Hopkins, han indicado que comer algunos cuadritos de chocolate, podrían ayudar a reducir el riesgo de ataque del corazón, casi un 50%.

Reduce el síndrome de fatiga crónica
Algunos estudiosos han hallado que aquellas personas que padezcan del considerado como síndrome de fatiga crónica, reducía sus efectos en un 85%, en especial si consumían 1.5 onzas de chocolate oscuro.

Aumenta el colesterol bueno y baja el malo
Un estudio del estado de Penn, encontró que aquellas dietas altas en polvo de cacao y chocolate oscuro (con altos contenidos en flavonoides), ayudaban a bajar los niveles del considerado como colesterol malo, y a aumentar el bueno.

Mejora el proceso de azúcar en sangre
Si bien anteriormente conocimos que mejoraba los niveles de azúcar en sangre, un estudio llevado a cabo en Italia encontró que el consumo de chocolate oscuro aumentó el metabolismo del cuerpo relacionado directamente con el nivel de azúcar en sangre, reduciendo el riesgo de padecer diabetes.

Reduce la tos persistente
Ahora que nos encontramos en otoño, y en unos meses llegaremos al invierno, parece que el cacao es incluso un buen aliado para aquellas personas que, en unos momentos dados, puedan sufrir de tos persistente. No en vano, un estudio británico halló que la teobromina actuaba de forma positiva en ello.

Previene el daño en las células
Finalmente, se ha hallado igualmente que el consumo de cacao puede preveer el daño en las células, protegiéndolas.

http://viviendosanos.com/2007/10/10-razones-para-consumir-chocolate.html


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Vigorexia: la obsesión por el ejercicio

15/3/11


Vigorexia: la obsesión por el ejercicio
Trastorno sicológico, alimentación, complejo adonis, cuerpo perfecto, adicción, musculos...

Cuando existe una distorsión de la imagen corporal es signo de un trastorno psicológico: la vigorexia. Con excesos en las rutinas de ejercicios y una mala alimentación se busca satisfacer erradamente esa obsesión por la imagen perfecta.

¿Pasas muchas horas en el gimnasio? Si tú eres uno de ellos o conoces a alguien que si lo sea, pon atención, porque ésta puede ser una enfermedad. La obsesión por la imagen perfecta de un cuerpo musculoso o la falsa creencia de seguir una vida sana son algunas de las características que configuran una creciente epidemia como lo es la vigorexia.

La preocupación enfermiza por la imagen ya no es cosa solamente de trastornos como la bulimia o la anorexia. Actualmente, la vigorexia llamada también complejo de Adonis se ha propagado en los gimnasios, atacando principalmente a hombres jóvenes y amantes de una vida sana y un cuerpo perfecto.

Por lo general, quienes padecen este desorden emocional -que tarde o temprano puede evolucionar a un cuadro obsesivo compulsivo- no observan la realidad, ya que por más entrenamiento que realicen o musculatura que consigan, siempre se ven débiles, enclenques y carentes de atractivos físicos. Esta distorsión de la imagen corporal es un nexo común a todas las alteraciones del comportamiento alimentario (anorexia, bulimia).

De deporte a enfermedad

Lo primero que se debe entender es que la vigorexia es una enfermedad. Entendiendo eso podemos definirla como una adicción al ejercicio de manera obsesiva que lleva a los individuos a realizar una actividad física, cualquiera sea, de manera descontrolada y trastornada. Principalmente se relacionada con aquellos individuos que hacen del desarrollo muscular su deporte.

Toda práctica deportiva se convierte en una enfermedad una vez que la necesidad de realizar un deporte se hace irracional, es decir, se descuida la salud, la familia, los amigos, entre otras cosas.

Toda actividad física requiere un control y una prescripción adecuada para que no sea riesgosa; sin embargo, cuando se evaden estos elementos y se comienza con una práctica deportiva obsesiva, sin considerar sus riesgos, se pueden producir daños físicos y mentales en las personas.

Cuándo poner atención

Pasar de rutinas normales a ejercicios excesivos, cambios en la dieta alimenticia, suplementación proteica y de carbohidratos o no respetar los tiempos de pausa dentro de la actividad física son algunos de las características que denotan el padecer un trastorno psicológico de este tipo.

En el momento de hacer actividad física no regulan los tiempos de pausas, utilizan muchos métodos de entrenamiento, dependiendo del requerimiento que según ellos no están siendo un aporte a su condición física o desarrollo muscular. Son los típicos individuos que se encuentran en los gimnasios y que utilizan cargas de entrenamiento muy elevadas y hasta descontroladas, no teniendo en cuenta un factor que es negativo para el desarrollo del deportista, el sobreentrenamiento.

Un punto no menor son los riesgos que esta práctica puede generar, entre ellos:

* Desgarros musculares recurrentes por fatiga

* Tendinosis, en especial de los miembros inferiores

* Artrosis, lesiones ligamentosas, sobre todo en los lugares que no están preparados para el soporte de grandes cargas.

Músculos, músculos y más músculos

Sin embargo, no menor ni menos alarmante son los cambios en la personalidad y en las costumbres que sufren los individuos con esta alteración mental.

Desde el punto vista físico podemos encontrar actitudes como: el aumento de manera exagerada de su musculatura, la cantidad de tiempo que utiliza para realizar actividad física, los horarios de entrenamiento, a veces ilógicos, los cambios en la alimentación, cambio de humor, la obsesión por su cuerpo, tienden a aislarse, tanto en su lugar de entrenamiento como de su entorno social.

Por otra parte, el aspecto social también se altera con esta enfermedad. Se debe poner atención cuando las prácticas deportivas intervengan de manera negativa en la vida de la persona.

De dónde surge

Dado que la vigorexia corresponde a un trastorno psicológico las causas de su origen son múltiples. Entre éstas: el individuo no logra sentirse a gusto con la forma que en que está desarrollando su cuerpo (visión errada de su corporalidad), lo que lleva a buscar por medio del ejercicio extremo una mayor necesidad de saciar esa sensación de inconformidad. Su origen está relacionado con esa inconformidad que observa de no lograr desarrollar en forma idílica su cuerpo, en especial, su forma muscular.

Los factores sociales que podrían intervenir en las acciones de los deportistas: mantener el prototipo estándar de calidad física que el desee como, por ejemplo, la presión social por mantener un cuerpo perfecto; problemas con la auto imagen (similar a la anorexia); el hecho de que la práctica de actividad física es gratificante en si misma, lo que ocurre porque induce la liberación de endorfinas (hormonas del placer) lo que puede llevar a una adicción a esta sensación.

En conclusión, la vigorexia –padecimiento cada vez más común dentro de nuestro estilo de vida moderna, amante de la figura perfecta- es más bien una obsesión por el cuerpo que por el deporte. En este sentido, el ejercicio es considerado la herramienta para llegar a conseguir el tan anhelado y aplaudido cuerpo perfecto.

http://www.puntovital.cl

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